lunes, 7 de junio de 2010

Hallados seis cadáveres con el corazón arrancado en Cancún

Seis muertos ya no son noticia en México. Hace falta que esos cuerpos aparezcan torturados, con una zeta grabada en el abdomen y... sin corazón. Eso es lo que sucedió el domingo en Cancún. La policía municipal recibió la llamada de un vecino de la colonia El Roble, a unos 30 kilómetros del popular destino turístico , que decía haber encontrado un colchón ensangrentado junto a la carretera. Al llegar, los agentes descubrieron junto al jergón un agujero de aproximadamente un metro de diámetro. Al fondo se vislumbraba el cuerpo de un hombre con las manos atadas.Sólo era el primero. Dado lo angosto de la fosa, los policías tuvieron que pedir ayuda a la Cruz Roja y a los bomberos para sacar los cadáveres. Había seis. Dos mujeres y cuatro varones, uno de ellos menor de edad. Según el portavoz de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Quintana Roo, Félix Canul, los cuerpos presentaban inequívocas huellas de tortura: "Y les habían abierto el pecho para sacarles el corazón". Según el Servicio Médico Forense, todos los cadáveres tenían una incisión en el costado izquierdo por la que les había sido extraído el órgano. La macabra operación, según los facultativos, se llevó a cabo después del fallecimiento de las víctimas. Además, cuatro de los cuerpos estaban atados de pies y manos con cuerdas de las que utilizan los tenderos, y los otros dos estaban esposados. Aún no se conoce la identidad de las víctimas, pero los victimarios sí se encargaron de dejar su firma: una zeta marcada en el abdomen con un objeto punzante. La señal de Los Zetas , uno de los carteles más sanguinarios de México.

La guerra entre los carteles del narcotráfico ha alcanzado tal virulencia en México -más de 22.00 muertos desde que el presidente Felipe Calderón llegara a finales de 2006- que los sicarios ya no tienen bastante con matarse entre sí. Tratan, además, de aterrorizar al rival. O de mandarle un mensaje. La policía suele encontrar en los escenarios del crimen, junto al espanto habitual de las cabezas cortadas, cuartillas o incluso pancartas en las que se anuncian próximos asesinatos o se explican las razones de la acción. Pero hay ocasiones en las que los narcotraficantes son todavía más explícitos. En la ciudad fronteriza de Tijuana, se encontraron hace un año los cuerpos de 19 jóvenes asesinados. Sobre ellos, un cartel: "Esto le va a pasar a toda la gente que ande con El Ingeniero, por bocones". Y junto al cartel, una bolsa de plástico con las lenguas de las víctimas.

LENIN



En las últimas décadas del siglo XIX, el abismo existente entre el zar Alejandro III, defensor del absolutismo bizantino de sus antepasados, y la clase cultivada se había agravado hasta tal punto que la lucha contra el zarismo había llegado a ser, entre los rusos cultos, un deber y un honor. La oposición política y el movimiento revolucionario crecían bajo el empuje de una "intelligentsia" que hacía acólitos en las escuelas, en las fábricas, los periódicos y las oficinas. Seis años después de la muerte de su antecesor, Alejandro II, precisamente el 1 de marzo de 1887, un grupo de jóvenes nihilistas intentó acabar con la vida del zar. El atentado fracasó y los terroristas fueron apresados. Entre los condenados a muerte figuraba Alexander Uliánov, el hermano mayor del futuro Lenin. Al enterarse por la prensa de que el grupo había sido ahorcado en San Petersburgo, el muchacho recibió una impresión indeleble, que con el tiempo se transformaría en la más firme y decidida oposición al zarismo. Pero ya entonces, con la lucidez de un visionario, resumía la situación en esta frase de condena a los métodos del terrorismo individual: «Nosotros no iremos por esta vía. No es la buena».


Lenin y la revolución de 1917 [editar]
Artículo principal: Revolución rusa de 1917

Con el inicio de la Primera Guerra Mundial su figura política se expande, al propugnar la oposición de la socialdemocracia alemana a la misma, y le convierte en una figura clave en Rusia, cuando la evolución de la contienda se muestra abiertamente desfavorable para su país. Tras la inesperada revolución de febrero, que culmina en la abdicación del zar, comienza a fraguarse un proceso revolucionario que se resolvería en el mes de Noviembre (octubre por el viejo calendario).

mapa de europa siglo XIX unificación Alemania e Italia

mapa de Europa del siglo XIX


viernes, 4 de junio de 2010

LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA




La Constitución Española de 1978 es la norma suprema del ordenamiento jurídico del Reino de España, a la que están sujetos los poderes públicos y los ciudadanos de España, en vigor desde el 29 de diciembre de 1978.

La Constitución fue ratificada en referéndum el 6 de diciembre de 1978, siendo posteriormente sancionada por el Rey el 27 de diciembre y publicada en el Boletín Oficial del Estado el 29 de diciembre del mismo año. La promulgación de la Constitución implicó la culminación de la llamada Transición Española, que tuvo lugar como consecuencia de la muerte, el 20 de noviembre de 1975, del anterior Jefe del Estado, el General Francisco Franco, precipitando una serie de acontecimientos políticos e históricos que transformaron el anterior régimen franquista en un Estado Social y Democrático de Derecho, bajo la forma política de Monarquía Parlamentaria.

Su título preliminar proclama un Estado social y democrático de Derecho que propugna como valores superiores del ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. Así mismo, se afianza el principio de soberanía popular, y se establece la monarquía parlamentaria como forma de gobierno.

La Constitución establece una organización territorial basada en la autonomía de Municipios, Provincias y Comunidades Autónomas,rigiendo entre ellos el principio de solidaridad.Tras el proceso de formación del Estado de las Autonomías, las Comunidades Autónomas gozan de una autonomía de naturaleza política que configura a España como un Estado regional. Las Entidades Locales, como los Municipios y las Provincias, gozan de una autonomía de naturaleza administrativa, cuyas instituciones actúan en base a criterios de oportunidad dentro del marco legal fijado por el Estado y las Comunidades Autónomas.

El Rey es el Jefe del Estado, figura que desempeña funciones de naturaleza eminentemente simbólica y que carece de poder efectivo de decisión.Sus actos tienen una naturaleza reglada, cuya validez depende del refrendo de la autoridad competente que, según el caso, es el Presidente del Gobierno, el Presidente del Congreso de los Diputados, o un Ministro

La división de poderes, idea fundamental en el pensamiento liberal, es el eje del sistema político. En la base, la soberanía nacional permite la elección, por sufragio universal (varones y mujeres mayores de 18 años), de los representantes del pueblo soberano en las Cortes, configuradas en base a un bicameralismo atenuado integrado por el Congreso de los Diputados y el Senado. Ambas Cámaras comparten el poder legislativo, si bien existe una preponderancia del Congreso de los Diputados, que además es el responsable exclusivo de la investidura del Presidente del Gobierno, y su eventual cese por moción de censura o cuestión de confianza. No obstante, tanto el Congreso como el Senado ejercen una tarea de control político sobre el Gobierno mediante las preguntas e interpelaciones parlamentarias.

El Gobierno, cuyo Presidente es investido por el Congreso de los Diputados, dirige el poder ejecutivo, incluyendo la Administración Pública. Los miembros del Gobierno son designados por el Presidente, y junto a él, componen el Consejo de Ministros, órgano colegiado que ocupa la cúspide del poder ejecutivo.

El Gobierno responde solidariamente de su actuación política ante el Congreso de los Diputados, que dado el caso, puede destituirlo en bloque mediante una moción de censura, que necesariamente debe incluir un candidato alternativo que será inmediatamente investido Presidente del Gobierno.

El poder judicial recae en los jueces y en el Consejo General del Poder Judicial como su máximo órgano de gobierno. El Tribunal Constitucional controla que las leyes y las actuaciones de la administración pública se ajusten a la Carta Magna.
Contenido.

La Constitución Española de 1978 es la norma suprema del ordenamiento jurídico del Reino de España, a la que están sujetos los poderes públicos y los ciudadanos de España,[1] en vigor desde el 29 de diciembre de 1978.[2]

La Constitución fue ratificada en referéndum el 6 de diciembre de 1978, siendo posteriormente sancionada por el Rey el 27 de diciembre y publicada en el Boletín Oficial del Estado el 29 de diciembre del mismo año. La promulgación de la Constitución implicó la culminación de la llamada Transición Española, que tuvo lugar como consecuencia de la muerte, el 20 de noviembre de 1975, del anterior Jefe del Estado, el General Francisco Franco, precipitando una serie de acontecimientos políticos e históricos que transformaron el anterior régimen franquista en un Estado Social y Democrático de Derecho, bajo la forma política de Monarquía Parlamentaria.[3]

Su título preliminar proclama un Estado social y democrático de Derecho que propugna como valores superiores del ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.[4] Así mismo, se afianza el principio de soberanía popular,[5] y se establece la monarquía parlamentaria como forma de gobierno.[6]

La Constitución establece una organización territorial basada en la autonomía de Municipios, Provincias y Comunidades Autónomas,[7] rigiendo entre ellos el principio de solidaridad.[8] [9] Tras el proceso de formación del Estado de las Autonomías, las Comunidades Autónomas gozan de una autonomía de naturaleza política que configura a España como un Estado regional. Las Entidades Locales, como los Municipios y las Provincias, gozan de una autonomía de naturaleza administrativa, cuyas instituciones actúan en base a criterios de oportunidad dentro del marco legal fijado por el Estado y las Comunidades Autónomas.[10]

El Rey es el Jefe del Estado, figura que desempeña funciones de naturaleza eminentemente simbólica y que carece de poder efectivo de decisión.[11] Sus actos tienen una naturaleza reglada, cuya validez depende del refrendo de la autoridad competente que, según el caso, es el Presidente del Gobierno, el Presidente del Congreso de los Diputados, o un Ministro.[12]

La división de poderes, idea fundamental en el pensamiento liberal, es el eje del sistema político. En la base, la soberanía nacional permite la elección, por sufragio universal (varones y mujeres mayores de 18 años),[13] de los representantes del pueblo soberano en las Cortes, configuradas en base a un bicameralismo atenuado integrado por el Congreso de los Diputados y el Senado. Ambas Cámaras comparten el poder legislativo, si bien existe una preponderancia del Congreso de los Diputados, que además es el responsable exclusivo de la investidura del Presidente del Gobierno, y su eventual cese por moción de censura o cuestión de confianza. No obstante, tanto el Congreso como el Senado ejercen una tarea de control político sobre el Gobierno mediante las preguntas e interpelaciones parlamentarias.

El Gobierno, cuyo Presidente es investido por el Congreso de los Diputados, dirige el poder ejecutivo, incluyendo la Administración Pública. Los miembros del Gobierno son designados por el Presidente, y junto a él, componen el Consejo de Ministros, órgano colegiado que ocupa la cúspide del poder ejecutivo.

El Gobierno responde solidariamente de su actuación política ante el Congreso de los Diputados,[14] que dado el caso, puede destituirlo en bloque mediante una moción de censura, que necesariamente debe incluir un candidato alternativo que será inmediatamente investido Presidente del Gobierno.

El poder judicial recae en los jueces y en el Consejo General del Poder Judicial como su máximo órgano de gobierno. El Tribunal Constitucional controla que las leyes y las actuaciones de la administración pública se ajusten a la Carta Magna.
Contenido

lunes, 24 de mayo de 2010

LA CAIDA DEL COMUNISMO